Según Caballero Bonald, aunque su procedencia no está del todo clara, empezó siendo un cante para bailar, exigiendo para su ejecución del preciso apoyo de la guitarra, siendo un producto de la exuberante intuición artística de los gitanos, una vez salido del periodo clandestino.
Es un cante geográfico por excelencia, siendo sus focos principales, Triana, Alcalá de Guadaira y Cádiz, los cuales se van ampliando a otras localidades, como Lebrija, Utrera y Jerez, en función de determinados artistas, ya que, en general, a la hora de interpretar, no se puede establecer lindes divisorias rotundas, siendo siempre la tramisión oral el único punto de referencia.
Iniciamos este recorrido “solearero”, con la “Soleá de Triana”, ya que la primera referencia de la soleá la tenemos en “La Andonda”, en su Barrio de Triana, considerado la cuna de la mísma.
Trianera es la “Soléa apolá”, o “Soleá grande”, de origen netamente gitana, frente a la “Soleá de los alfareros o del Zurraque”, nacida en la cava trianera de los alfareros, donde no habitaban los gitanos.