FLAMENCO EN EL AULA

Con este tiítulo la Fundación Antonio Gades presentó un proyecto como experiencia interdisciplinar, es decir, un programa pedadogico con vocación de intergrar el conocimiento del Flamenco en la escuela.

Es posible que esto se vea como una enriquezadora experiencia para los alumnos, pues entre sus objetivos estaban en difundir el Flamenco como un arte nacido del mestizaje y ejemplo de diálogo entre las diferentes culturas, planificando para ello la introducción del Flamenco en las diferentes áreas curriculares, mediante técnicas educativas del siglo XXI, apoyadas en elementos como abanicos coloridos, brillantes castañuelas y misteriosos sombreros cordobeses, como estimulantes para la enseñanza.

Este proyecto tenía su origen en un programa denominado Creating Original Opera, de la pedagoga norteamericana Mary Ruth Mc Ginn, dentro del programa pedagógico del Teatro Real durante el curso 2006-2007.

Hasta aquí todo parece, a primera vista muy positivo, sobre todo a los que nos preocupa la falta de conocimiento del alumnado, particularmente andaluz, del flamenco como hecho cultural. Aunque no creamos que unos abanicos y unas castañuelas sean elementos constitutivos del Flamenco, como tal.

Pero sería curioso saber los resultados obtenidos de la experiencia llevada a cabo del proyecto, por Silvia Marín, bailora, pedagoga y especialista en la didáctica del Flamenco, que junto a la noretamericana, e impulsada por Eugenia Eiriz, Directora de la Fundación Antonio Gades tuvo lugar en 2008.

Las incógnitas que me suscitan son varias: en primer lugar el grado de colaboración del profesorado, hoy tan poco estimulado por la falta de sensibilidad hacia su trabajo, tanto por los responsables políticos, como por la propia sociedad; en segunda lugar la dificultad de planificar las conexiones entre las diversas áreas, sin que el profesorado, tal como apuntan, necesite de una previa especialización docente, pues ya se sabe que no se puede pretender que sean aficionados, pero sí al menos que sepan de que va el tema ¿No?; está claro que tanto la música como la literatura, son áreas adecuadas para despertad la sensibilidades necesarias en los alumnos del Flamenco, pero ¿cómo hacerlo en el área de matemáticas?

¿No sería más útil que, antes de conocer cómo se hace el flamenco, conocer la historia cómo se produjo este fenómeno artístico, que inicialmente no tuvo nada de mestizaje, sino solamente una vez que se descubrieron sus potencialidades artísticas y económicas?

 

COPLA XVII

A pesar de tus razones,

no me odies por ser hombre,

ódiame por mi audacia

de confesarte mis amores.

Ya se que quieres parecer mala

no te saldrás con la tuya,

pues mi amor es tan grande

que supera esa impostura tuya.

Maldito sea mil veces

quien una espina te clavó,

abriendo una mortal herida

en el centro de tu corazón.

Penitencia yo haría

si con ello pudiera conseguir

que cada día, aunque no me amaras,

tu fueras más feliz.

                                       Paco Dodero

 

“FANDANGOS” por Canalejas de Puerto Real

CD nº 21 correspondiente a la colección “Grandes Clásicos del Cante Flamenco” editado por el Correo de Andalucía, titulado “Ases de la Ópera Flamenca”, en la que Canalejas de Puerto Real interpreta los fandangos titulados “Con un temporal muy grande”, acompañado a la guitarra por Niño Ricardo, y grabado para la Casa Columbia en el año 1944.

Juan Pérez Sánchez, para el arte “Canalejas de Puerto Real”, nació en este bello pueblo de la provincia de Cádiz en el año 1905, aunque se dedicó desde muy joven al cante, no fue hasta su desembarco, como polizón, en Barcelona cuando empezó a ganar popularidad en el año 1932. Luego actuó por distintas ciudades españolas junto a figuras como Angelillo, El Pena, Jose Cepero, Pepe Machena y la Niña de los Peines, entre otros hasta el fina de la Guerra Civil, que se establece en la ciudad de Jaén.

Pasado el año 1939 vuelve de nuevo a los espectáculos iniciándose en la Plaza de Toros de Cádiz. Su vida artística se fue desarrollando en festivales y participando en la segunda fase de la denominada Öpera Flamemca, que perduraó hasta 1955.

A partir de 1960 actua en los tablaos madrileños de “Las Brujas” y “Torre Bermejas”. Dedicándose los últimos años de su vida a los Concursos, triunfando en los estilos de Levante en el Concurso de Córdoba en 1964, y en el de Los cantes de las Minas de la Unión en 1965. Falleció en 1966 en Jaén.

Fue un cantaor muy amplio que ntentó guardar equlibrio entre su sentido profesional y el conocimiento del arte que dominaba. Según Manuel Ríos Ruiz, fue un cantaor que poseyó un sedimento flamenco digno de atención.

 

FIGURAS DEL CANTE JONDO

Este libro que hoy presentamos es un pequeño facsimil, editado en 1934 por el Centro Distribuidor de Revistas, Diarios y Publicaciones en Sevilla, y reeditado por Extramuros Ediciones en el año 2007, bajo el patrocinio de la Agencia Andaluza del Flamenco y la Junta de Andalucía.

Consta de un Prefacio con motivo del accidente que sufrió del cual afortunadamente recuperado. El resto del libro lo constituye una relación de letras de sus distintas interpretacioens como: “Rocio” del los maestros Rafael de León y Quiroga, “La Rosa” de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero y del músico V. Fornes, “Fandanguillos” con letras de Francisco Muñoz “Currito”, “Malagueñas”, “Campanilleros”, “Tarantas”, “Soleares”, “Seguirillas gitanas” y “Seguirillas”, todas ellas con letras de Santiago Ibero, además de las canciones: “El alma del tablao” con letra de Jofre y Bolaños y música de Villajos, “Soleá” de Valverde y León y música de Quiroga, ¡Cacharros!, de Gonzañez del Castillo y música de Cátulo Castillo, para terminar con una serie de cantes populares.

Libro cuyo interés reside en el contenido de las letras que nos da una idea de la amalgama que en aquellos años definía a “lo flamenco”, sin que por ello se intente menospreciar su arte, sino poner de manifiesto que no todo era tan “Jondo”, ni tan “Flamenco”, tal como se demuestra en la complejidad de este artista, como demuestra sus discos, cuando se oye su cante.

 

EL FLAMENCO LA MARCA ESPAÑA

En diciembre de 2014 Jose Mercé en una entrevista concedida a Miguel Pérez Martín, con motivo de la salida de su triple disco, “Cuarenta años de cante”, editado por Warner Music y Parlophone, hacía una serie de consideraciones sobre el flamenco, destacando los dieciocho trabajos que le han puesto donde está, como han sido “Aires”, Confí de fuá”, “Amanecer”, “Lío”, “Mammy Blue”, que junto con una seguiriya, unos fandangos y una soleá, además de muchos tangos y bulerias componen el disco. Disco, por otra parte, muy parecido al que sacó con el título de “Todo”, en el que también se echa de menos ese flamenco que él sostiene que es eterno.

Pero como no se trata de poner en dudas la calidad y categoria de cantaor que José siempre ha tenido, pues solo con sus tonás, y el cante por derecho que, cuando quiere hace, quiero aprovechar la ocasión para exponer, tal como él decia, “que no es bueno que todo se meta en el flamenco”, y apunto yo, que tampoco vale que en una “Gala” que se trata de recordar a una destacada artista del mundo del Flamenco, como fue Mariana Cornejo, pues, a mi modesta opinión, faltó el térrmino “Flamenca”, lo que posiblemente hubiese eliminado determinadas participaciones, que aunque algunos se empeñen, quedan alejadas de lo que se conoce o se debe conocer como flamenco, pues de lo contrario puede suceder lo que José Mercé decia: “El Flamenco es la marca España y no saben venderlo”

 

COPLA XVI

¿Es locura o es pasión?

Lo que por ti siento,

creo que en los libros

no viene la definición.

 

Asómate a la ventana

que te quiero contemplar,

pues son tus ojos y tus labios

los que me hacen soñar.

 

Ya sé que tus labios no me besaron

cuando te conocí,

pero, creéme que no te engaño,

que besado me sentí por ti.

 

Aunque no estés entre mis brazos

te llevo en mi pensamiento,

por eso cuando veo tu cara

en mis labios, tus besos siento.

                                          Paco Dodero

 

“ROMERAS” por Antonio “El Chaqueta”

En esta ocasión ha sido elegida la grabación contenida en el CD. Nº 2 de la colección editada por Unicaja en el año 2001, titulada “Voces flamencas de Andalucía”, correspondiente a la provincia de Cádiz.

Como se sabe esta versión de la romera “Romera, ay mi Romera”, fue incluida por primera vez en la “Anthologie du Cante Flamenco,” editada por la empresa francesa Ducrect-Thomson, grabada en Madrid en el año 1954, según nos informa Ramón Soler Díaz en su libro sobre “El Chaqueta”.

Antonio Fernández de los Santos, “El Chaqueta”, nació en la Línea de la Concepción (Cádiz ) en el año 1918, quien desde niño, por haber vivido en un ambiente netamente flamenco y gitano, fue el cante su gran pasión.

Cantaor de voz muy característica y personal, de amplio repertorio y profundo conocimiento del cante en su más extensa gama, fue poseedor de un sentido rítmico del cante, difícil de igualar. Aunque en su vida artística se vió rodeada de los grandes de su época, fue un artista atípico, ya que nunca le gustó el espectáculo, pues prefirió las fiestas privadas y las reuniones de cabales, aunque tuvo su época dorada como tal.

Como otros muchos grandes del arte flamenco, al final de su vida no fue lo suficientemente recompensado, pues salvo excepciones de algunos artistas, como Chano Lobato y Camarón, pronto se olvidó su arte, muriendo en Madrid en el año 1980, sin el reconocimiento de su arte ni de su magisterio perfeccionista como tanta veces demostró. Asi pues, nos corresponde a los aficionados conservar y divulgar, cuanto podamos, su arte.

 

ANTONIO “EL CHAQUETA” por Ramón Soler Díaz.

Extraordinaria obra, editada por primera vez en 2001, y reeditada por El Flamenco Vive S.L. En 2003 subtitulada “Pasion por el cante” en la que el profesor Ramón Soler Díaz, ha sabido combinar inteligentemente su sabiduria matemática con el pentagrama del sentimiento más puro del mundo flamenco.

Este gran libro, es para mí, en primer lugar, un acto justo de reivindicación en grado máximo a un gran cantaor, como fue Antonio Fernández de los Santos “El Chaqueta”, es pues, como dice su autor, un libro de lamentaciones, ya que nunca debió de caer, por parte de los que se denominan entendidos, en el olvido.

Libro lleno de interés en cada una de sus páginas para conocer a quien fue un maestro, no solo, en el modo de ejecutar el cante, sino también en su nada ambiciosa capacidad de enseñar a otros.

De su lectura me han surgido dos incógnitas, por supuesto ajenas a tal ejecución de la misma por parte de su autor.

En primer lugar me pregunto: ¿Cómo el autor del prólogo, José María Velázquez-Gasteluz, no lo incluyó en “Ritos y Geografñia del Cante”, donde grandes y no tan grandes cantaores fueron grabados? Quizás porque, tal como sostiene injustamente que: “Prefirió el ensimismamiento de la mediocridad a identificarse con la dinámica que imponía la nueva situación”, lo cual me hace pensar que no leyó detenidamente el libro, donde el autor deja meriadianamente claro, que el cantaor solo quería cantar, aprender y enseñar sin reglas, ni ataduras, de ahi su afición a las reuniones de cabales, alejándose cuanto pudo del mundo del espectáculo.

En segundo lugar, y como no podia ser de otra manera, que Anselmo González Climent, para algunos el padre del sabiduria flamenca, dedicase un capítulo a una estadounidense en el Concurso de Córdoba, y escribiese sobre el cante de la misma que fuese un producto (todo ello, resabio del cante un tanto monocorde del “Chaqueta”), no nos debe de estrañar, pues en su famosa obra titulada “Flamencología”, no cita ni una sola vez el término gitano. Está claro que el saber tanto, a veces, anula la objetividad, por tanto, algunos solo ven el bosque (Andalucía) pero no los troncos, (los gitanos) por donde corre la verdadera savia del cante flamenco.

 

FLA .CO. MEN ¡Cualquier cosa!

Este es el original nombre del espectáculo, aunque no lo parezca flamenco, del bailaor sevillano Israel Galván, a quién la Cátedra de Flamencología de Jerez, ha concedido el Premio de la Crítica, del pasado XIX Festival de Jerez, pues parece ser que el bailaor hace, según decía la prensa, una nueva lectura de su código estético, lo que significa una nueva mirada al pasado, es decir, la misma música pero vista con otros ojos. ¿….?

Sin poner en duda la calidad artística del bailaor sevillano, cada vez que he leido la crónica, debo de confesar que, por muchas vueltas que le doy, me siento incapaz de entender en que consistió la novedad de dicho espectáculo, al no ser que la originalidad fuese salir con una bata de lunares, algo que creo que ya algún otro, también lo llevó a cabo.

Pero la cuestión que me preocupa, no es que se intente ser original, sino que quién debe estar atento, como es la Cátedra de Flamenco de Jerez, a que el Flamenco, con mayúscula, conserve sus esencias, saliéndose lo menos posible del canón establecido, sea quien premie y aliente estos movimientos “seudoflamencos”, que puede que guste mucho a determinados sectores vanguardistas, pero que a una parte de la afición nos puede traer a la memoria, con respecto al flamenco, ese refrán castellano que dice:

“Entre todos lo mataron, pero él solo se murió”.

 

EL PASO DE LA SIGUIRIYA

Entre mariposas negras

va una muchacha morena,

junto a una blanca serpiente

de niebla.

 

Tierra de luz,

cielo de tierra.

 

Va encadenada al temblor

de un ritmo que nunca llega;

tiene el corazón de plata

y un puñal en la diestra.

 

¿Adónde vas, siguiriya,

con un ritmo sin cabeza?

¿Qué luna recogerá

tu dolor de cal y adelfa?

 

Tierra de luz,

cielo de tierra.

                                  Federico García Lorca.